Jugadores del Amed SK saludan a sus aficionados.
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El Amed SK: ¿el 'Barça’ de los kurdos?

Es un equipo de segunda división que ha llamado la atención a nivel mundial.

Un equipo modesto del sureste de Turquía, el Amed SK, el club municipal de la ciudad de Diyarbakir, se está convirtiendo en un símbolo para los kurdos gracias a una serie de triunfos en la Copa que lo ha catapultado a la fama.

"A veces nos comparan con el Barcelona, nos llaman 'el Barça kurdo'. Me gusta. ¿A quién no le gustaría ser el Barça?, pero eso es apuntar demasiado alto para nosotros", dice a Efe en conversación telefónica el vicepresidente del Amed SK, Nurullah Edeman.

El club, financiado por la municipalidad, actualmente se halla en Segunda B, pero esta semana alcanzó los cuartos de final de la Copa turca.

"Tenemos mucho apoyo, no solo en la propia ciudad de Diyarbakir sino en toda la región del sureste de Turquía y entre kurdos de todo el país y de Europa. Nos mantenemos fuera de la política pero mira lo que nos está pasando", señala Edeman.

Lo que está pasando es que la decisión del club, tomada en otoño de 2014, de cambiar su nombre "Diyarbakir Belediye Spor" a "Amed SK", recuperando el nombre kurdo de la ciudad, ha sentado mal en muchos ambientes nacionalistas del fútbol turco.

La alcaldía de Diyarbakir, llamada Amed por los kurdos, una urbe de más de un millón de habitantes, está en manos del partido izquierdista HDP, y el nuevo nombre del equipo municipal era una clara apuesta por recuperar la cultura y el idioma kurdos.

El domingo pasado, el Amed venció al Bursaspor -uno de los cinco clubes más exitosos de Turquía- por 1-2 en la Copa de Turquía y pasó a los cuartos de final, donde jugará contra el Fenerbahçe, actual ganador de la Superliga turca y uno de los tres equipos más populares del país.

El triunfo deportivo aumentó la popularidad del club entre los kurdos pero también avivó la tensión: los hinchas del Bursaspor corearon consignas nacionalistas contra el rival y el partido acabó en una trifulca generalizada, hasta el punto de que los jugadores tuvieron que ser evacuados por la policía en vehículos blindados.

Pero la Federación del Fútbol Turca (TFF) castigó únicamente al Amed a jugar el partido contra el Fenerbahçe, la próxima semana, sin público.

La decisión se basaba en las consignas coreadas en un partido anterior por los seguidores del Amed, que glorificaban la "resistencia" (armada) en los barrios kurdos bajo toque de queda o pedían "que los niños no mueran sino que vean fútbol", en alusión a la muerte de civiles durante las operaciones militares contra la guerrilla kurda.

El exjefe de prensa del club kurdo, Naci Sapan, subrayó en conversación con Efe la "rivalidad histórica" entre el Amed y el Bursaspor, conocido por la orientación nacionalista de sus hinchas, y calificó la reciente victoria de "venganza" por otros enfrentamientos anteriores.

"Aún antes del cambio de nombre, el club soñaba con ser el 'Barça de los kurdos'", agregó.

No todos los jugadores del Amed SK son kurdos, pero el club no tiene extranjeros en su plantilla y el entrenador es un antiguo jugador.

El delantero más popular del Amed, Deniz Naki, exhibe un tatuaje en el brazo con la palabra 'Azadi' ('Libertad' en kurdo) y recientemente señaló en televisión que la atmósfera en Diyarbakir es "de guerra", lo que hace muy difícil entrenar bien.

El céntrico distrito de Sur de Diyarbakir está bajo toque de queda por una ofensiva de las fuerzas de seguridad para acabar con simpatizantes de la guerrilla kurda PKK, considerada terrorista por la Unión Europea y EEUU.

Desde que acabase un alto el fuego el pasado verano por el fracaso de un proceso de paz, cientos de personas han muertos en enfrentamientos entre el PKK y las fuerzas de seguridad turcas, y en todo el sureste se respira un ambiente de tensión.

"Queremos que esta guerra termine. Estamos a favor de la paz", agregó el jugador, que dejó su anterior club en Ankara en 2014 tras recibir una paliza de desconocidos, aparentemente por haber difundido mensajes contrarios al yihadista Estado Islámico en los medios sociales.

El presidente del Amed SK, Ali Karakas, se ha quejado en televisión de que su equipo es recibido en todas partes con actitud hostil, de tintes nacionalistas y racistas, y que a menudo en otras ciudades se veta el acceso de los hinchas al estadio "por razones de seguridad".

Por otra parte, el apoyo al Amed SK tampoco es unánime en Diyarbakir, donde se le considera 'algo más que un club': tiene la imagen de ser el equipo del partido HDP, por lo que mucha gente apoya un club rival local.

Desde luego, la distancia entre el equipo de Segunda B y el Barça es enorme, pero si el club consigue la semana próxima imponerse al prestigioso Fenerbahçe, muchos kurdos estarán orgullosos de "su" equipo.

EFE

 

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